Esta compañía tendría su origen en dos pequeños ferrocarriles:
uno, desde Madrid a Malpartida de Plasencia, y otro, desde
Cáceres a Malpartida y la frontera portuguesa. Se crearon
así dos sociedades llamadas, respectivamente, Ferrocarril de
Tajo (nacida en 1871) y Ferrocarriles de Cáceres a
Malpartida y a la frontera de Portugal (1876). Ambas líneas
estarían próximas a su conclusión en 1880, por lo que se dio
a luz una nueva empresa conocida como Compañía de los
Ferrocarriles de Madrid a Cáceres y Portugal (MCP) que quedó
legalmente constituida en diciembre de 1880. La compañía
intentó la adquisición de los derechos de construcción de la
línea de Plasencia a Astorga, que le es otorgada a través de
un intermediario y con el título de Ferrocarriles del Oeste
de España, pero la construcción quedó paralizada.
La crisis financiera de la Compañía Real los Caminos de
Hierro Portugueses, soporte financiero de MCP, supuso el
traspaso en 1891 de sus derechos de explotación a la nueva
sociedad Gran Central de España, que terminaría dando paso a
la Compañía Explotadora de los Ferrocarriles de MCP y del
Oeste para explotar la red de MCP más la de Malpartida de
Plasencia a Astorga que se finalizó en julio de 1896.
De este modo, con la nueva denominación de Compañía de los
Ferrocarriles de Madrid a Cáceres y Portugal y Oeste de
España, se constituyó una nueva sociedad en 1894 tras la
suspensión de pagos que declararon las compañías de Madrid a
Cáceres y Portugar (MCP), la Real Portuguesa y la del Oeste.
En 1927 los resultados negativos de la explotación obligaron
al Estado a incautarse de estas líneas y crear la Compañía
Nacional de los Ferrocarriles del Oeste en 1928.